El show de la Asamblea

El show montado por el oficialismo hace recordar los momentos más nefastos de la dictadura. Llamaron a una asamblea donde participaron 430 socios, en tiempo récord desaprobaron un balance y mandaron al Tribunal Arbitral a la lista Banfield para Todos, que tiene un miembro fallecido, otro que ya no es socio del club y otro que hoy es el presidente de la escuelita.

Solo hablaron 5 socios, no se hicieron preguntas y solo mocionaron. Un video explicó el fideicomiso que también se aprobó a pesar de que muchos socios no levantaron la mano. No se pudo analizar con antelación el balance y todo se resolvió tal como Spinosa lo había planeado.

Nadie preguntó por los 32 millones que se pusieron como pérdidas en el rubro “Contingencias”, nadie preguntó por que no se mandó al Tribunal Arbitral también a la comisión que tuvo a su cargo la primera parte del balance, ya que Banfield para Todos estuvo solo 6 meses, nadie pidió el contrato de fideicomiso que se iba a firmar, nadie preguntó por que asistió menos del 5% del padrón de socios si El Club es de los Socios, nadie preguntó por que festejaban y se felicitaban al término de las Asambleas como si hubiésemos salido campeones, nadie preguntó cuanto tiempo vamos a estar en la B y rogando que los vecinos no salgan campeones.

Eso es lo peor que le puede pasar a una democracia, que ya nadie pregunte. Muchos socios tienen preguntas para hacer pero nadie las hace por una sola razón: tienen miedo. Muchos socios decidieron no ir a las Asambleas por temor, no quieren ser insultados por pensar distinto, no quieren participar del odio extremo que se está viviendo, no quieren que los escrachen o los tilden de “Portelistas” o de “Municipales”, muchos vitalicios no asistieron porque las Asambleas fueron copadas por socios recientes.

Sin dudas, nuestro club está viviendo la peor tiranía desde su existencia y varios son condenados por la fuerza de unos pocos. Desde esta página solo buscamos la verdad y lo mejor para Banfield y sabemos que este no es el camino.

Para ser grandes hay que unir y no desarmar, hay que consensuar y dialogar antes de criticar, hay que ser ejemplo antes de demonizar, hay que tener contrincantes antes que enemigos y sobre todo hay que ser humildes para mostrar grandeza. Estas situaciones no construyen y está muy claro que solo hay un contenido económico detrás de toda esta manipulación. El club está más cerrado que nunca y los socios ya no tienen ni voz ni voto, a pesar de eso seguiremos defendiendo los colores. A pesar de los Portell, los Spinosas, los Garnero, los Clide Díaz, los Mariotto, los Insaurraldes, los Duhaldes, Banfield siempre va a ser grande, a pesar de la gente de mierda que le toque tomar decisiones.