Semana de Cambios

Para los opinólogos que se juegan y dicen que este blog es de Mariano Fernandez, les contamos que la semana pasada se llevó adelante una maniobra siniestra justamente en el cumpleaños de este gordito que dice ser el tesorero del club.

Este criaperros impresentable que supo acomodarse siempre con Petinatti, Marcelo Martínez, Portell, Spinosa, Cordero, Duhalde, Mariotto y ahora de nuevo con Spinosa, realizó una fiesta para 120 personas donde llevaron un montón de gente engañada a una suerte de circo romano donde el tema principal era tratar de conseguir aliados para lograr la expulsión de Manuel Cordero del club.

Al llegar al lugar del evento (Sector Bochas), los invitados eran recibidos por Federico Spinosa y el Negro Rosi quienes les advertían que si había algún tipo de disturbio la iban a pasar bastante mal ¿Cómo va a haber disturbios en una fiesta de cumpleaños? Lo cierto es que los invitados eran gente de todos los sectores del club y que no sabían que se iban a encontrar con gente que no querían ver porque esperaban un festejo íntimo y no un acto político preparado para la ocasión.

Llamó mucho la atención que entre los presentes no hubiera nadie del Tradicionalismo, sector, hasta hace unos días, muy cercano a Mariano y únicos defensores de su gestión. Tampoco estuvo Eduardo Spinosa, de vacaciones en Miami, pero digitando todo a control remoto desde larga distancia.

Al otro día, aún con resaca y con Spinosa recién bajado del avión, se realizó una reunión de mesa directiva de urgencia donde el mismísimo Mariano Fernandez sin compasión le pidió la renuncia al Secretario Cordero, sin motivos claros. Cordero, que desde hace meses ya conoce su destino y hasta buscó refugiarse en sus antiguas amistades del Municipio, presentó su renuncia de palabra pidiendo que traten de que este tema no salga a la luz para que no se vea como otro fracaso institucional.

Ahora Cordero se mantiene llorando entre las sombras con su grupo cercano (que también fue echado) esperando que le digan desde arriba lo que tiene que hacer para parecer que sigue en funciones y rogando que no le corten su suculento contrato en el Senado Bonaerense.