El Ocaso del Héroe Inmortal

Mala semana para Spinosa que además de tener que ir a Tribunales a explicar lo del millón de pesos para Chacarita, fue excluido de todas las negociaciones Tinelistas.

Lo que se dice en la Torre Le Parc, donde el pibe de Adrogué era habitúe pero rápidamente dejó de serlo es que al trascender el asunto del millón de pesos, Tinelli y D’onofrio se pusieron como locos porque la coima para el presidente funebrero era de dos millones y medio, pero un palo y medio se perdió en el camino, como también se diluyeron los 42 votos que Spinosa le había prometido a Tinelli antes de entrar al Predio de la AFA en Ezeiza.

A pesar de presentar el balance en Banfield 6 meses después de terminado el ejercicio, Spinosa logró que Tinelli confíe en él y le dé el manejo de sus fondos para lograr hacer cambiar de parecer a los votantes. Eduardito, al ver tanta plata junta, simplemente decidió guardársela y así Segura se quedará en AFA hasta que quiera hacerlo.

En la Asamblea que en otros tiempos estaba plagada de militantes del Frente para la Victoria, solo había unos pocos socios genuinos más algunos empleados que fueron atraídos por las horas extras que cobrarán algún día, ya que todavía no les terminaron de pagar el medio aguinaldo de junio. Ni hablar de Mariotto que sigue brillando por su ausencia pero ya no sorprende porque muy pocas veces se lo vio trabajando.

Es muy triste ver este club de barrio con 20 sillas llenas de socios sin futuro y desesperanzados mientras un millonario nos brindaba un monólogo interminable para la gilada.

Nadie preguntó cuando iban a terminar las obras inconclusas que llevan un año de retraso, solo porque el chupamedias de siempre (Jardel) mocionó que se vote el Balance sin hacer preguntas. Nadie se refirió al baldío de Rincón y las vías, nadie pidió un buffet en la sede, nadie habló del descenso del futsal y el esfuerzo de algunos socios anónimos que lograron mantenerlo en primera durante mucho tiempo. Seguimos viendo pasar el ocaso de nuestro club, del lugar donde jugaban nuestros abuelos y padres, donde hacíamos deportes, donde comíamos, donde alentábamos a las actividades amateurs, donde nos reuníamos con amigos y poco a poco estamos viendo su final sin hacer nada.